Esta obra reúne variantes curiosas y reveladoras de la tradición: Cenicienta se llama aquí Alas de Ceniza, el príncipe no es más que «un desconocido», las hermanastras se cortan un dedo y el talón para que les quepa el zapato de oro y quien las desenmascara es «un perrillo»... La atmósfera y el elenco de los cuentos de hadas encuentran aquí una representación intacta y sin contaminar.